Del Guayoyo al Espresso (Parte I)

Creo que muchas historias de la vida estan vinculadas a una taza de café. Las personas invitan un café luego de cerrar un negocio, lo piden para continuar una buena sobre mesa, para tomarlo como acompañante de un rico desayuno, otros para no dormirse y otros para dormir en paz, algunos para calmar el stress y otros para enamorarse... y es allí donde entra mi propia historia.
Antes de conocer a mi Lara, el café, como muchas cosas de mi vida era "aguado"... guayoyo; una mezcla de sabores que no definían nada en realidad. Pero una tarde, realmente "aquella primera tarde", cuando decidimos por primera vez cruzar palabras, dejando atrás las miradas que hablaban por nosotros, para conversar y compartir puntos de vista, opiniones y sí,  mucho coqueteo y cortejeo de ambos, me hizo entender que hay cosas que pueden ser mejores, con más aroma, cuerpo y sabor.
Y es que mi vida no solo mejoró en lo personal luego de esa tarde, sino que también comencé a descubrir que costumbres mundanas como un "conlechito" podían convertirse en momentos de verdadero disfrute y placer. Una buena taza de café alegra una tarde, un Macchiato bien preparado o un Espresso bien cremoso puede cambiarte el humor.
Con esta entrada comienzo (al igual que con el post de atención al cliente en lo que llamo "Desde mi óptica") a buscar y comentarles cuales son los mejores lugares para compartir un buen café según mi experiencia personal, igualmente, me atreveré a comentarles del como se hace un café en casa y que les quede como de maquina (que por cierto en nuestra oficina eran famosos entre clientes y amigos) y comentarles un poco sobre máquinas y truquitos de interes, etc.
Para comenzar con algunas fotos desde ya, les dejo las que tomé en dos lugares concurridos y ya famosisimos en cuanto a este brebaje maravilloso. Las primeras son de Caffe Piú (@caffepiu), ese lugar mágico y amable ubicado en Colinas de Bello Monte al final de la Av. Caroní, donde Gianfranco Misciagna sigue los pasos de su padre el famoso Giovanni quien fuera dueño del Café Vomero de Campo Claro, ofreciendo aromas y mezclas que logran congestionar su esquina a cualquier hora con personas que "viajan" hasta allí , en búsqueda de ese sabor único...y esto es mucho decir en una ciudad como la nuestra repleta de tráfico.
Las otras son de Cafe Olé, un lugar emblemático de Las Mercedes. Este lugar se caracteriza por mezclar largas reuniones de negocios rodeadas de tazas y tazas de café, con citas románticas en alguna esquina, señoras que esperan la salida de sus hijas del Mater desde las 10am para no perder un puesto de estacionamiento, politicos en reuniones secretas, etc...etc...etc.
Aquí la atención es maravillosa, los chicos son reconocidos por su amable atención y reconocen los gustos de sus clientes... Numa, el mesonero con más chispa hace reir a conocidos y extraños, Michael uno de los dueños siempre pendiente de hasta el último detalle, María en la caja poniendo orden o Juana en la maquina de café... que ojalá tengas la suerte de que ella te lo prepare, pues vendrá tu café con un toque extra especial, ese toque que un buen barista lleva en la mano...
Disfrútenlas...
Café Ole

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