Cambiando para vivir


Cuando eres chamo tan solo te preocupa levantar tu pesado cuerpo de la cama y prepararte a regañadientes para irte al colegio, la historia continúa hasta que eres un adolescente y con la misma actitud vas sorteando la vida. En mi caso, cuando mis padres decidieron mudarse de la popular zona de La Pastora, lugar donde nací, hasta Colinas de Bello Monte se me agravo el problema pues pase de disfrutar el vivir justo al lado de mi escuela primaria a atravesar de polo a polo la capital sentado en una horrenda camioneta de pasajeros de la linea Colinas, o la de aviso rosado, como le llamaban... y es que mis padres tuvieron la maravillosa idea de dejarnos a mi y a mis hermanos en la escuela donde todos habíamos estudiado, que para bien o para mal nos conocían, entendían y tal vez consentían... lo que no tomaron en cuenta fue que pasamos a levantarnos casi antes de entrar a clases a hacerlo casí a las 4:30 am (o al menos así lo recuerdo) para que mi madre pudiera preparar a estos 5 manganzones para el viaje diario. Pienso que de allí me vino la falta de motivación por el desayuno, en esa época, con ese stress que causa comer un plato de avena o atol caliente (un potaje hecho con Maicena, leche y una vara de vainilla) o una arepa resuelta para aguantar el hambre hasta la hora del recreo escolar era inhumano.
Pero todo no terminaba allí, pues cuando comencé en mi carrera de productor audiovisual por los predios de Cinemakit en Caracas, las horas de llamado no eran menos incomodas, ya que un productor es la primera persona que debe llegar al set o estudio para preparar y coordinar que cada uno de los detalles esté 100% a tono, por lo que comprenderán que volví a levantarme a las 4 am para viajar al Coleg... perdón ahora al trabajo.
Pero como no todo es malo, la caballería vino a salvarme de este mal, y fue cuando mi maravillosa esposa Lara comenzó a darse cuenta de mi falta de interés por los desayunos y mi poca fe en su importancis nutricional y ventajas en mi cuerpo. Hizo cientos de experimientos hasta que consiguió la manera de sentarme en la mesa.... me atrapo por los ojos y el paladar. Lara comenzo a experimentar con diferentes platos, sabores y combinaciones que hicieron ( y hacen) que el desayuno no sea una experiencia desagradable y que en muchos casos más bien sea el momento más esperado de la semana (como los días domingos)...
En esta ocasión les muestro varios platos hechos por mi Lara y que acompañan mis buenos días cada día... y que son realizados cada mañana con el mayor amor para salir juntos a laborar en nuestra empresa....




1 comentario:

Agencia de posicionamiento web dijo...


Excelente artículo, tienes mucha razón en lo que dices, muy buena reflexión.