Cosas simples, cosas maravillosas (II)

Hace algunos años mientras caminaba por los pasillos del Louvre en Paris, me llamó la atención algo que para mi es el fenómeno más maravilloso del ser humano: "El amor a lo cotidiano" ó "La pasión por lo conocido". Me parecía interesante que, si bien estaba en uno de los museos más grandes y espectaculares del mundo donde podías admirar cientos de obras y piezas importantes que seguramente pocas veces o tal vez jamás volverías a tener la oportunidad de observar, los visitantes, que eran muchos, estaban siempre aglomerados frente a las diez obras que les eran "conocidas", bien sea por recomendación de los guías turísticos, por cultura general o simplemente por flojera de investigar y atreverse a ver más de lo ahí expuesto. Imaginaba que en ese lugar tan inmenso, con más de 10 colecciones permanentes y unas treinta y cinco mil piezas exhibidas, la mente buscaba lo que le parecía conocido ya que, como seres pensantes, una de las cosas que buscamos cuando interactuamos con otros, es conversar, compartir, discutir y evaluar esa obra conocida de la que se tiene una información así sea elemental... cierro los ojos en este instante para imaginar de nuevo ese pasado momento y puedo escuchar conversaciones de algunos discutiendo el supuesto mito del cuadro de La Mona Lisa  diciendo que esa no es la pieza original y que la verdadera se encuentra en los sótanos del Museo bajo estrictas medidas de seguridad...etc...etc..etc.

Sucede lo mismo con la comida, las personas prefieren, en su mayoría, enfrentarse a "las obras culinarias conocidas". Algunos comensales, a mi parecer, son menos riesgosos en cuanto a probar cosas nuevas y un ejemplo de ello lo viví hace poco en el Restaurant Mijao del Hotel Renaissance en La Castellana, Caracas, un lugar de aromas orientales o Asian Bistro y en la mesa que estaba frente a mi, 4 de los 6 comensales degustaban hamburguesas con queso y no el tradicional pan naan de la India o un cualquier variedad del maravilloso curry.. Ohhh!!! sería tal vez un pecado mortal?.  Supongo que por eso, cada restaurant se las ingenia para tener en su menú, muy escondido, casi que en letras pequeñas como si fuera un contrato de divorcio, una o dos opciones "todo público".
Pero a mi me gusta cuando llego a un restaurant y leo que el Chef es capaz de enfrentarse al público sin miedos, sin las letras pequeñas, con la frente en alto y ofrece en su menú uno que otro "clásico" con sabor a cielo... y despejado... Me encanta cuando quien maneja los fogones de cualquier restaurant, reta al paladar de los comensales con sugerencias nada complicadas ni en el nombre ni en la propuesta, me encanta ver a un Chef dispuesto a ofrecer el mejor plato que jamás haya probado ese cliente o comensal...  eso justamente hace mi pana (y ya que hablé de Francia al inicio del post) Paul Launois ,Chef Ejecutivo de Antigua Bistro, en Las Mercedes. Paul, en su carta, ofrece lo que para mí es uno de los platos más sencillos y deliciosos de carta alguna en Caracas: el Lomito Encebollado con Salsa Bernaise, una obra de arte, sin mayor lujo que la cocción perfecta, presentación simple e impactante y sabor único. Aquí Paul exhibe un clásico y se planta frente a sus comensales ya que este maravilloso Lomito pudiera ser  (tal y como le sucede a la Mona Lisa) susceptible a críticas y comentarios (la gran mayoría sabemos a que sabe un lomito encebollado pero no un Cordero fileteado con taras de lión y copas de flores del amazonas, o cualquier cosa que se desee nombrar para decorar el nombre de dicho plato, por ejemplo..jejeje) y aún así, Antigua se anota 20 puntos con esta exquisita sencillez.
Sin más, aquí tienen mis fotos del famoso Lomito que siempre acompaño con papas fritas a la francesa por supuesto. Van coleadas también fotos de una ensalada de Roast Beef, Magret de Pato con papitas colombianas y un maravilloso Minestrone, estos últimos recién incorporados a la carta de Antigua y que vinieron a la mesa para acompañar mi cotidiano, conocido y simple Lomito Encebollado... Buen Provecho!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Henry. Que buena nota este post que haces de mi cocina y de este plato encebollado. Lo que escribes es exactamente lo que quiero ofrecer a todos los que comen en mi comedor.
Gracias
Paul